martes, septiembre 11

Amar o Querer... esa es la cuestión

Hay momentos en la vida, en que te das cuenta que eso que anhelas, en realidad no es lo que quieres.
Aveces es porque no resulta ser lo que pensabas, otras, porque lo que anhelas durante tanto tiempo termina por perder sentido, o tu simplemente cambias, maduras, y los gustos o anhelos evolucionan... y la mayoría de las veces (admitamoslo), porque a base de golpes, la vida nos demuestra que algunos sueños, no nos convienen.

Hace no mucho, tuve una revelación de este tipo. Hablando con una amiga, recordando relaciones pasadas, fracasos y también cosas buenas, lo que guardabamos con cariño y aprecio.... me di cuenta que la relación que quiero tener no es de amor.
El amor es tonto, el amor es ciego... El amor nos hace romper nuestros propios valores y traspasar nuestros propios límites. El amor no tiene sentido ni lógica.. nos obliga a abandonarnos por completo, pero de una manera muy egoista, pues solo buscamos saciar nuestra necesidad constante de estar con la persona amada, que se convierte en una droga.
A partir de ese momento, el que resulte bien o no, solo depende de la suerte, pues no hay criterios que valgan.

Este sentimiento tan arrebatador, tan romántico, tema de novelas y motivo de grandes historias es muy bonito... en papel, en el cine... y para otros, pero yo, no lo quiero.

Pensando en las relaciones que tuve y en las que quiero tener, me di cuenta que todo lo que no quería repetir, estaba relacionado con ese tonto sentimiento embriagante, con esa perdida de conciencia y razón. Todo lo que anhelo tener, se basa en el cariño, no en el amor. Quiero amistad, complementariedad, quiero respeto y entrega, quiero darme para que se den a mi, quiero compartir, reir, admirar y cientos de cosas más... quiero sumar y nunca más perder.
Quiero estar con alguien que me aporte cosas, nuevas visiones, nuevos mundos, nuevas ideas, pero no quiero perder en el proceso mi identidad, ni mi inteligencia, ni mis valores o voluntad.

¡Por eso quiero querer, pero no quiero enamorarme!

Hasta aqui todo tiene sentido, ¿no? Pero solo hasta aquí, efectivamente, porque la pregunta lógica llegados a este punto es... ¿y como piensas llegar a todo eso que quieres si no pasas por la etapa del enamoramiento?
Pues no lo se.

Quizá la respuesta no esté en eliminar etapas, sino cambiarlas de orden, dejar de lado el instinto por un momento, reprimirlo la locura lo más posible para pensar primero, analizar, mirar, y asegurarnos que de verdad es eso lo que buscamos y nos merecemos. Así, quizá, cuando perdamos toda lógica y razón... ya no importará.

Amigas, no renuncies al amor... pero no os perdais a vosotras mismas en el intento.



Veritz