lunes, mayo 6

¿Ganar perdiendo o perder ganando?

En una de mis innumerables conversaciones entre solteros, sobre el romance y las relaciones, surjió una nueva verdad o "revelación" que quiza siempre hemos sabido, pero no la tomamos mucho en cuenta, y esto es que cuando hombres y mujeres se enfrentan a la posibilidad de una nueva relación, dicha manera de enfrentarla es total y complemetamente opuesta.

Para una mujer una relación se basa en lo que gana. Esto es lo fundamental y muchas veces, le damos tanta importancia, que no nos fijamos en lo que perdemos, o no analizamos si ambas cosas, ganancia y perdida, estan equilibradas. Es quizá por esto que siempre estamos dispuestas e ilusionadas frente a la posibilidad de encontrar una nueva pareja, llegando incluso a idealizar eso que creemos ganaremos.
Para un hombre, una relación se mide en pérdida. Aún estando receptivo y con ganas de tener pareja, para un hombre, comprometerse siempre será perder libertad y posibilidades, por lo que es un gran paso que requiere de mucha meditación y sobretodo seguridad, para tomarlo, pues ponen mucho en juego.

Saber, darse cuenta de esto, y sobretodo entenderlo, nos puede ayudar mucho, tanto en lo relativo a ellos, como a nosotras mismas.
Aunque pueda parecer muy superficial, creo que muchas veces nos sería útil hacer una lista de pros y contras para algunos "posibles"... ya que no siempre las ganancias compensan las perdidas. También sirve ser sincera a una misma, y saber realmente que nos ofece dicha persona y si estamos ganando eso que buscamos, a pesar o no de las perdidas.
Debemos querer más esa vida NUESTRA, lo que somos y como vivimos, porque, tal como lo saben ellos, no siempre merece la pena, perder esa libertad, parte de tu vida, por entregarsela a otro.

Cuando nos damos cuenta también de como piensan y reaccionan ellos, quizá podremos cambiar un poco la táctica de conquista, tomándonos el tiempo que ellos necesiten para darse cuenta que merecemos la pena.

La vida de la mujer moderna ha cambiado mucho. La vivimos más libre, más natural y sobretodo, más nuestra. Pero asi como la nuestra ha cambiado, la de ellos también, y esta fue otra de mis revelaciones.
Siendo honestos y sinceros, un hombre, en los 30, es muy probable que haya logrado una vida estable que le sea muy dificil abandonar. Vive solo (o con amigos), tiene independencia, es más o menos autosuficiente, no le responde a nadie, tiene su propio trabajo, su dinero y el 100% de su tiempo libre para sus aficiones y amigos... y dada la libertad sexual, también va cubriendo esta necesidad, jajaja. Frente a esta perspectiva, ¿qué hombre querría atarse a una mujer y perder su libertad?

La respuesta, como siempre, esta quizá en los términos medios. Creo que nosotras no siempre ganamos tanto como esperamos, y debemos tener más cuidado con eso y no sacrificar tanto.... y por otro lado, el miedo que los hombres tiene a perder, les hace crearse escenarios más terribles de lo que probablemente resultan al final. Nadie tiene que dejar su vida atrás por otra persona, solo se trata de seguir viviéndola, pero acompañado.

Es dificil coincidir, pues pensamos tan diferente que a veces parece imposible, pero la evidencia nos muestra que es posible, solo hay que esperar ¡¡que ocurra el milagro!!
Suerte a todas, ¡¡y disfrutad de vuestra libertad!!
Veritz