sábado, diciembre 4

Tácticas... ¿de guerra?

Siempre que se habla de conquistas y flirteo, alguien muy “listo” suelta la típica frase: ¡se tu mismo, es la mejor fórmula! Pero no puede haber algo más falso que dicha afirmación, ya que la conquista, por definición, requiere de tácticas, estratagemas y técnicas para vencer que en este caso es atraer a ese otro u otra que nos interesa conseguir.

Hace algunos años, diríamos sin duda que estas tácticas iban casi todas dirigidas a aconsejar a los hombres, que intentaban conseguir a esas chicas complicadas y caprichosas, cumpliendo ciertos rituales románticos y demases… pero en los tiempos que corren, creo que se ha dado vuelta la tortilla y que somos nosotras las que nos vemos obligadas a aprender nuevas técnicas para conseguir a los chicos que queremos conquistar, ya que la “naturalidad” que hemos adquirido, a los hombres, definitivamente, no les gusta o porque simplemente hasta el momento, no habíamos salido a conquistar y solo habíamos sido conquistadas.

Pero hay un problema y es que a la mayoría de ellos no les gusta que tomemos la iniciativa abiertamente, que propongamos, que organicemos. La chica un poco boba, tímida, inocente, que necesitaba ser guiada, ya no existe y nos encontramos otra vez con la eterna disyuntiva de la perdida de papeles.

La mujer moderna ya no puede quedarse quieta esperando, y va a por eso que quiere, o participa y responde cuando alguien “la pretende”. Esto ha hecho que los hombres hayan empezado a perder sus tácticas y sus “caballerosidades” poco a poco, pensando q ya no son tan necesarias, pero no han aceptado otra forma de acercamiento ni llevan muy bien nuestra participación en el proceso de conquistar/ser conquistada.

Está clarísimo que pensamos diferente, pero me da miedo que con esta pérdida de papeles, hayamos perdido la posibilidad de entendernos por completo porque yo, personalmente, estoy agotada de tener que planear cada palabra y cada acción.Estoy cansada de tener que pensar todo meticulosamente para que “los señoritos” no se ofendan, no se espanten o no se agobien… mientras ellos hacen lo que les apetece y cuando les apetece. Me cansa tener que reprimir las ganas de llamarlos porque quizá soy muy insistente, me estresa tener que jugar a la distante/interesada para que no se agobien pero tampoco se aburran. Si ellos te llaman todos los días son románticos, si yo lo llamo todos los días, lo ahogo. Siento que todo lo que haga o diga será malinterpretado y finalmente, me quedaré como en los viejos tiempos, expectante esperando a ver que hacen o que quieren para decidir que quiero o hago yo.


La conquista para nosotras se ha convertido más que en una batalla, en el acorralamiento de un animal salvaje que con cualquier movimiento salta la valla y se pierde corriendo en la pradera.

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Siempre que se habla de conquistas y flirteo, alguien muy “listo” suelta la típica frase: ¡se tu mismo, es la mejor fórmula! Pero no puede haber algo más falso que dicha afirmación, ya que la conquista, por definición, requiere de tácticas, estratagemas y técnicas para vencer que en este caso es atraer a ese otro u otra que nos interesa conseguir.

Hace algunos años, diríamos sin duda que estas tácticas iban casi todas dirigidas a aconsejar a los hombres, que intentaban conseguir a esas chicas complicadas y caprichosas, cumpliendo ciertos rituales románticos y demases… pero en los tiempos que corren, creo que se ha dado vuelta la tortilla y que somos nosotras las que nos vemos obligadas a aprender nuevas técnicas para conseguir a los chicos que queremos conquistar, ya que la “naturalidad” que hemos adquirido, a los hombres, definitivamente, no les gusta o porque simplemente hasta el momento, no habíamos salido a conquistar y solo habíamos sido conquistadas.

Pero hay un problema y es que a la mayoría de ellos no les gusta que tomemos la iniciativa abiertamente, que propongamos, que organicemos. La chica un poco boba, tímida, inocente, que necesitaba ser guiada, ya no existe y nos encontramos otra vez con la eterna disyuntiva de la perdida de papeles.

La mujer moderna ya no puede quedarse quieta esperando, y va a por eso que quiere, o participa y responde cuando alguien “la pretende”. Esto ha hecho que los hombres hayan empezado a perder sus tácticas y sus “caballerosidades” poco a poco, pensando q ya no son tan necesarias, pero no han aceptado otra forma de acercamiento ni llevan muy bien nuestra participación en el proceso de conquistar/ser conquistada.

Está clarísimo que pensamos diferente, pero me da miedo que con esta pérdida de papeles, hayamos perdido la posibilidad de entendernos por completo porque yo, personalmente, estoy agotada de tener que planear cada palabra y cada acción.

Estoy cansada de tener que pensar todo meticulosamente para que “los señoritos” no se ofendan, no se espanten o no se agobien… mientras ellos hacen lo que les apetece y cuando les apetece. Me cansa tener que reprimir las ganas de llamarlos porque quizá soy muy insistente, me estresa tener que jugar a la distante/interesada para que no se agobien pero tampoco se aburran. Si ellos te llaman todos los días son románticos, si yo lo llamo todos los días, lo ahogo. Siento que todo lo que haga o diga será malinterpretado y finalmente, me quedaré como en los viejos tiempos, expectante esperando a ver que hacen o que quieren para decidir que quiero o hago yo.

La conquista para nosotras se ha convertido más que en una batalla, en el acorralamiento de un animal salvaje que con cualquier movimiento salta la valla y se pierde corriendo en la pradera.

Veritz

domingo, noviembre 14

... y te doy mi corazón. Tómalo, tuyo es, mio no


Es increible, pero también aterrador como nuestra felicidad depende muchas veces de actos o situaciones que deberían no ser tan importantes.
Y está claro que la vida está compuesta por diferentes situaciones, pequeñas cosas que ojalá fueran todas alegres... lo que me asusta es que lleguen tan cerca de hacerme sentir feliz, porque para mi la felicidad es algo mucho más profundo, un estado del alma, más perdurable y grande, y por eso muchas veces más difícil de encontrar o incluso de saber que lo sentimos.

A quien no le ha pasado el sentirse atribulado con problemas, momentos de enfado, frustración, etc... y que un momento se tranquilidad, complicidad, amor... nos hace darnos cuenta, que todas esas cosas que nos molestaban no eran tan importantes, que nuestra felicidad siempre estuvo ahí, solo que tapada por sombras, y que nuestras vidas son mucho más perfectas de lo que pensamos a veces.

Hay hechos en la vida que si aumentan nuestra felicidad, como el nacimiento de un hijo, o un logro profesional o académico muy buscado, porque nos acompañan toda la vida y pasan a ser parte de ella para siempre.
Pero cuando algo que es bueno, pero no trascendental (como que me conteste un mensaje el chico que me gusta, o atreverme a comprar los pantalones que había visto hace unos dias), me procude un estado parecido a la felicidad, cuando es imposible borrar la sonrisa de mi cara y tienes ganas de cantar y caminas a saltitos como Laura Ingels por la pradera, entonces me preocupo, porque en ese momento me doy cuenta que mi corazón tomó el mando y la razón no esta viendo claro el asunto.

Cuando queremos algo con muchas ganas, aunque sea una vanalidad, cualquier atisbo de que podemos conseguirlo hace que nuestro corazón tome el control y corra a atrapar esa posibilidad.
Es como si el corazón se nos escapara por la ventana, antes de que tengamos tiempo de mirar por la mirilla para abrir la puerta.

Y esta bien que pongamos el corazón en eso que nos ilusiona, pero hay que saber distinguir que tan  importante es y por lo tanto, a quien o que entregamos nuestro corazón.
"Pon tu corazón en todo lo que haces, pero entregalo solo a lo realmente importante", así no lo perderás ni lo desgastarás sin querer.

Veritz

viernes, noviembre 5

Todo paso adelante es un avance, aunque sea en la dirección erronea

Y después de todo lo dicho, heme aquí, conociendo a alguien nuevo que no parece tan malo, jajaja. ¿Qué pasará? Ya no lo sabe ni Dios, pero no importa.

Es difícil enfrentarse a una nueva persona con miedos y rabias de personas pasadas, pero dicen que la mejor manera de sacarse los miedos es "volverse a subir al caballo enseguida", así que veremos que depara el destino, eso si, esta vez, sin prisas y con calma, protegida lo necesario para no volver a sufrir, pero abierta lo suficiente para que intentarlo tenga sentido.

A ciertas edades (y con eso me refiero a la mia, jajaja), todos venimos con mucho bagaje y experiencias de parejas y relaciones anteriores, que por una parte nos otorgan los conocimientos para saber mejor lo que se quiere y se busca, cuales son nuestros fallos y nuestras bondades, pero por otro lado, también nos ponen barreras, nos llenan de miedos y de prejuicios, que a veces no nos dejan empezar una relación "limpiamente".
Pero hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, que cada relación es diferente y que jamás estamos libres de volver a sufrir o cometer errores, pero que esas nuevas puertas que se abren, también pueden traernos cosas nuevas, nuevas satisfacciones y experiencias.
Claro que hay que estar prevenido y usar la experiencia para que no se vuelvan a repetir las cosas que nos hicieron daño, pero hay que tener cuidado en juzgar "lo nuevo" por acciones o pecados de lo pasado.

Las acciones de otros no dependen de nosotros. Cada uno es responsable solo de su actuar, por lo que lo único que nos queda es hacer lo correcto y esperar que eso de resultado. Hay que ser consciente de todas aquellas veces que pensamos "si me pasara otra vez no haría lo mismo"... y cumplirlo. Hacer un poco de esfuerzo si pensamos que merece la pena, y enfocar mejor la nueva experiencia.

Cada nueva oportunidad en la vida nos sirve para algo, nos mostrará nuevas cosas buenas, y más fallos que correguir y creo que asi hay que enfrentarlo, sin desesperar, sin venganzas (por lo menos con los que no corresponde) y sin derrumbarse... porque ¡no hay mal que dure cien años!

Veritz

lunes, noviembre 1

Del dicho al hecho....hay el trecho que quieras

Pues si, aunque no lo creamos, a veces la vida nos muestra que no somos perfectas, jajaja.
Por eso, de vez en cuando, es bueno hacer un "stop", pararse a pensar por un momento, hacer un acto de constricción, mirarnos desde fuera y ser honestas con nosotras mismas para poder admitir que no siempre lo que nos pasa es culpa de ellos.

Las cosas son como son y no como querríamos que fueran. No es nuestra culpa, no es de otra persona, es y punto! Tenemos que saber aceptar los hechos y que algunas cosas no resultarán como nosotras pensabamos. No podemos evitar ser soñadoras, ni tenemos que dejar de serlo, pero hay ocasiones en que hacernos una idea romántica, pero falsa sobre algo o alguien, solo nos traerá desilusión y frustración. Si no te gusta lo que hay, dejalo pasar y sigue adelante. Hay situaciones y sobretodo personas, que no pueden cambiarse.


Lo bueno nunca es gratis. Otras veces queremos conseguir algo (o a alguien) pero caminamos en dirección contraria a esa meta o simplemente no hacemos nada. Hay que ser consecuente y perseverante para conseguir las cosas que deseamos... o sino simplemente no quejarnos porque no las obtenemos. Eso si, es importante ponerse metas reales, porque a veces, por mucho que lo intentemos, habrá cosas que no se harán realidad, y es mejor dejar de pelear con un imposible y buscarse otra meta alcanzable (otra vez, ojo con las ideas demasiado románticas).


 
Uno está en el lugar que se pone. Somos complicadas a veces, complejas siempre.. yo lo admito y jamás lo he negado, y por eso por momentos nos contradecimos en nuestras palabras y acciones, porque confundimos lo que queremos o deseamos, con lo que se espera de nosotras o el deber.
La mayoría de nuestras amigas lo entiende, porque también son mujeres, pero con los hombres es diferente. Hay que ser realista y saber que están movidos por otras motivaciones y que las cosas que para nosotras son obligatorias, importantes u obvias, para ellos pueden nisiquiera existir. Ellos tienen el deber y el querer muy bien diferenciado... y la verdad es que la mayoría de las veces deberíamos seguir su ejemplo. No tenemos porque "querer hacer" las cosas que "debemos hacer" y por lo tanto, no obligarnos a ellas. Si no quieres ni crees que deberías hacer algo, no lo hagas. A veces las cosas se equilibran solas, no es necesario que carguemos con toda la responsabilidad.

Somos libres de elegir con quien estar. Otras veces la confusión no va con el querer/deber, sino que simplemente no sabemos lo que queremos o más concretamente porque lo queremos. Aquí es donde la frase "ten cuidado con lo que deseas" viene al dedillo, pues lo que quieran nuestras amigas u otras mujeres, no tiene porque ser nuestro deseo... otra vez, lo principal es ser honesta con una misma. Una decisión importante debe incluir un momento para pensar y analizar.
Y por supuesto, estar orgullosa de tus gustos y preferencias, pues no tiene ningun sentido estar con un moreno musculoso, si en realidad te gustan los rubios bajitos y normales.

Y por último, y creo que muy importante... no dejes que el miedo te paralice, ni te ciegue. Cuando la vida te muestra una y otra vez que las cosas son de una manera, a veces es porque SON de esa manera. Hay que dejar que la vida nos sorprenda, le de la razón a nuestros sueños románticos (ahora si) y disfrutar de lo que se nos presenta, porque es tan contraproducente insistir en que algo es lo que no es, como negar lo que se nos muestra.

Veritz

domingo, octubre 24

Guerra de sexos, batalla de igualdades

Se que me contradigo con este nuevo post, ya que dije que había que dejar de hablar de los hombres, jejeje... pero supongo que todo tiene que ser poco a poco.

Esto también surje de la conversación que tuve con mi amiga y quería ponerlo por escrito, porque creo que fue algo que me ayudó a aclarar un poco más eso que me tiene tan enfada con el sexo opuesto. Verbalizarlo, siempre sirve para liberarse y aclararse.

Hablando con mi amiga, surgió la infaltable disyuntiva del tema del sexo en la primera cita, de si es falta de respeto el que sean tan directos algunas veces al exponer su sola intención de acostarse contigo, en fin... y me di cuenta que no es solo algo moral o físico, algo que depende del estar bien o mal, sino que el respeto que espero de los hombres es el respeto a mi persona, el sentirse considerada como tal, apreciada.
No digo que no pueda tenerse de vez en cuando una relación solo carnal, pero con el paso de los años me he dado cuenta que eso va importando menos y lo que realmente espero es una conexión más interesante. Quiero sentir que les interesan mis cosas, mis gustos, mis ideas, que piensen que soy "inteligente" o interesante, que aprecien mi historia, mis vivencias, como pienso, los caminos que he seguido y por que. Compartir experiencias, cosas nuevas, lo que has aprendido, tus procesos...

Quizá sea mucho pedir, quizá no sean todas las cosas, pero en resumen eso es lo que busco.. y igual de importante, lo que ofrezco. Yo también quiero conocer a alguien que me aporte cosas nuevas e interesantes, que pueda enseñarme diferentes maneras de hacer las cosas, etc... y cuando entran solo con el tema del sexo, no solo desprecian todo lo demas, sino que sinceramente, se vuelven repetitivos y aburridos. Por lo que en el fondo, aunque lo del sexo no tiene importancia en si, la tiene por lo que conyeva.

Ahora bien, de todo esto surje otra pregunta, ¿como evitar que una vez interesado en ti, no se sienta amenazado por esas cosas interesantes que posees? La competitividad de los hombres, aunque aveces puede ser atractiva, cuando compiten contigo, es bastante molesta. Las cosas nuevas, suelen asustarles, porque pierden el control y al final, prefieren estar con chicas simples y poco interesantes, pero donde controlan todas las variables.
Cuando compiten contigo fuerzan tus limites, para probar tu fuerza, y asi es como se desgasta la relación. Tienes que ser interesante, pero no demasiado... no más que ellos y no se han dado cuenta aun que nosotras no competimos, que no es una carrera de poder, que somos iguales.. complementarios

Y bueno, después de mucho debatir, solo nos quedó una duda.
Si las muejres volvieramos a ser un poco más intransigente con lo del sexo y pidieramos más interés de su parte, ¿se tomarían el tiempo para conocernos?
Yo en principio, no exigiré nada, pero plantearé claramente lo que quiero y deseo.

Veritz

martes, octubre 19

Solo solas somos libres


El título que encabeza este post, lo leí pintado en una muralla hace ya algunas semanas, en la ruta del Bus Turistico en el que trabajo.
Al principio, nisiquiera la entendí, pero pasando una y otra vez por el mismo lugar, la frase fue tomando más significado, hasta que finalmente el otro día, hablando con una amiga, tomó la importancia que quizá quiso darle su autor(a?).
Me di cuenta que solo creyendo en esta frase de verdad... pero de verdad verdad, podría finalmente ser feliz y quiza encontrar a alguien, aunque parezca contradictorio.

En el fondo es un concepto que hemos escuchado muchas veces, pero que cuando lo vuelves a escuchar, vuelve a tener significado y es aquello de "quererse a uno mismo"... en este caso quizá sería algo más parecido a "completarse uno mismo".
Si nos queremos, y sobretodo estamos a gusto con nosotros mismos en todo momento, estaremos en paz, y las cosas llegarán y se darán como deseamos.

Las mujeres modernas nos dimos cuenta que no necesitabamos a los hombres para poder vivir y sobrevivir, que podemos valernos por nosotras mismas, que somos autosuficientes... pero parece que lo hemos comprendido a medias, porque nos sentimos independientes por fuera, pero en nuestro corazón seguimos sintiendonos a medias sin un hombre a nuestro lado.
Lo que no se, es si es algo genético, o siguen siendo prejuicios e ideas anticuadas que marcan un camino, no se si equivocado, pero no valido para todas.
Esa necesidad de estar con alguien (a veces a toda costa) es algo que se nota, que se huele... y lo más importante LO HUELEN. Esto, sumado al miedo e inseguridad que acompaña a los hombres en estos tiempos, logra que, aveces, termine todo antes de empezar.

¿Cual es la solución entonces? Dejar de actuar en función de conseguir pareja y el primer paso es tomar conciencia de cuales son las cosas que hacemos para conseguirla, porque aveces incluso creo que son inconscientes.
Cuando te juntes con tus amigas, no hables de ellos, cuando te vistas para salir, hazlo por ti, no por ellos, vive sola y vive feliz, haz las cosas que te gustan sin necesitar compañia masculina, solo compañia en general... llénate, completate a ti misma.
Libérate de la necesidad y de la dependencia, solo tu puedes darte las cosas que te harán feliz, solo tu estarás contigo misma toda la vida. ¿Como no nos damos cuenta de lo absurdo que es que tu felicidad dependa de otros?

Y con esto no digo que nos olvidemos de los hombres. Ellos son parte de nuestra vida, son nuestros amigos, nuestros hermanos, primos, padres, abuelos, compañeros de trabajo, pero no tienen que ser nuestra vida ni nuestra única felicidad.

Pensando esto, tiene más sentido (y no da tanta rabia) eso que me dicen siempre... cuando dejes de buscar, ¡aparecerá! Porque si tienes las cosas claras, si sabes lo que te gusta y lo que no, si no te obsesionas por encontrar a alguien y dejas que las cosas fluyan, traspasas solo energias positivas y eso atrae.
Pero lo mejor de todo es que siguiendo esta idea, aparezca alguien o no... serás feliz.

Veritz

Mujeres de más de 30


Esta columna no me pertenece y lo digo primero que nada, pero siento que mi misión es traspasar esas ideas que creo son acertadas y este hombre, acaba de sorprenderme con su acertada visión de nosotras.

Transcribo, un artículo escrito por Andy Rooney, Corresponsal de 60 Minutes de CBS, con su certera opinión sobre las mujeres que pasan de los 30.

"Mientras maduro en edad, valoro a las mujeres que pasan de los 30 más que a todas. Aquí hay unas pocas razones:
  • Una mujer de más de 30 nunca te despertaría en medio de la noche para preguntarte ¿En qué piensas? No le importa lo que piensas.
  • Si una mujer de más de 30 no quiere ver un juego de pelota, no se sienta a quejarse. Hace algo que le entretenga; y, usualmente, es más interesante que el partido.
  • Una mujer de más de 30 se conoce a sí misma lo suficiente para saber quién es, lo que es, lo que quiere y de quién.
  • A las mujeres de más de 30 les importa un bledo lo que tú puedas pensar sobre ellas o lo que hacen.
  • Una mujer de más de 30 es digna. Difícilmente se pondría a gritarte en el teatro o en el medio de un restaurante caro. Pero por supuesto, si lo mereces, no dudará en matarte, si cree que puedes salirte con la tuya.
  • Las mujeres adultas son generosas con los piropos, muchas veces inmerecidos. Ellas saben lo que es no ser apreciadas.
  • Las mujeres de más de 30 son brujas. Nunca tendrás que confesarles tus pecados, ellas siempre los saben.
  • Una mujer de más de 30 se ve bien con pinta labios rojo brillante. No pasa igual con las más jóvenes.
  • Una vez superadas una arruga o dos, una mujer de más de 30 es mucho más sexy que sus contrapartes más jóvenes.
  • Las mujeres mayores son directas y honestas. Te dirán de inmediato si eres un idiota, o si estás actuando como tal!!!! Siempre sabrás dónde estás parado con ellas.
Si, adoramos a las mujeres de más de 30 por múltiples razones. Desafortunadamente no es reciproco... por cada deslumbrante, inteligente y bien puesta mujer de más de 30, hay un calvo barrigón, con pantalones curtidos viéndose como un idiota con una muchachita de 22 años.
Damas, mis disculpas.


Para todos esos hombres que dicen: por qué comprar la vaca en
tera si puedo comérmela por pedazos? Actualícense!!!!! Hoy en día el 80% de las mujeres están en contra del matrimonio. Y por qué? Porque las mujeres se dieron cuenta de que no vale la pena comprar el cerdo entero para comerse solo una salchichita".

Me consuela y sobretodo me da esperanza, el saber que hay hombres que todavía tienen la capacidad de ver la realidad, aceptandonos y aceptandose sin estereotipos.
Lo que me temo es que justamente la mayorií de esas cosas que Andy Rooney alaba de la mujer mayor de 30, es lo que justamente asusta y ahuyenta al hombre actual. Esa seguridad, y falta de "control" sobre las mujeres maduras, aunque finalmente es una recompensa (y eso deberían saberlo), requiere más esfuerzo, y no muchos estan dispuestos a hacerlo.

En fin, ahora que se que no está todo perdido, reviviré la llama de la esperanza.

Veritz

domingo, octubre 17

El que calla ¿otorga?

Admito desde un principio que, a pesar de que este no es un "defecto" que solo tengan los hombres, y que es un rasgo más común de lo que me gustaría en todos los géneros, sigue siendo una cualidad/defecto que se da más en ellos que en nosotras.
¿A que me refiero? A la opción C de todo test: "si no le hablo ni le respondo, terminará por entender que no". Y no digo que no sea una buena respuesta en algunas ocasiones, cuando ya se han dado todas las demás respuestas y la otra persona no termina de entender... pero algunos hombres utilizan esta técnica para respuestas tan básicas como un NO (quiero, puedo, debo). Y esto, según yo, es que simplemente se les hace más cómodo callar que afrontar la respuesta que provoque su negativa. Ahora que lo pienso, ya no se si es miedo o simple vagancia.

Estamos claros que los hombres ODIAN "justificarse", más que nada porque no siempre tienen justificación, jajaja, pero dar una explicación, una excusa o una disculpa, no es justificarse, ni los hace menos hombres... los hace más educados y valientes. Todo en la vida puede hablarse y estoy segura que la mayoria de las veces, la respuesta de nuestra parte, no es ni la mitad de terrible de lo que ellos pensaban.

Saco este tema a colación, porque muchas veces me han dejado esperando una respuesta, una confirmación o simplemente esperando. Ya lo asumí, pero aun así he vuelto a caer en la espera infinita de alguna señal. Esta vez ya lo veía venir, pero tenía la esperanza de que, ahora si, iba a resultar, y que una simple invitación a comer, hecha por el macho en cuetión, no iba a quedar en nada, pero dias después de hablar, solo hay silencio y llegado el día, no se ha sabido nada más del individuo. Una vez más es algo que mi mente aun no logra descifrar.
En mi caso, el silencio suele acompañarse de una desaparición (¡Dios, que triste sonó eso!) y por más que lo pienso y reviso en mi cabeza, no entiendo que creían que iba a pasar si simplemente me decían que había un cambio de planes y que lo dejabamos para otra vez y punto (aunque esto último no sea tan cierto y no haya "otra vez"). ¿Será que tengo cara de psicopata asesina?

En fin... al final, mi conclusión es que el que calla otorga la cancelación/negación de algo, pero también otorga, por lo menos, su mala educación... porque en definitiva... ¿tiene que haber una forma más fina y polite, de mandarme a freir mono, que el silencio, no?

Veritz

sábado, octubre 16

El corazón tiene razones que la razón no entiende


... o más bien yo diría "el corazón se inventa razones que (lógicamente) la razón no entiende".

¿Cómo?, y realmente me pregunto COMO el corazón es capaz de bloquear de manera tan absoluta y a veces repetitiva lo que sabes con la cabeza?


Se que no queda muy bonito decirlo, pero me considero una persona inteligente, que entiendo las cosas con rapidez, que no me es dicífil dedudir, interpretar, actuar a tiempo... etc... pero frente a las cosas del corazón, me declaro absolutamente imbécil.
Y no es que me vuelva idiota derrepente, sigo sabiendo las cosas y entendiendo los porque, y sus consecuencias... pero a la hora de actuar, mi cerebro pierde el mando absoluto y mi corazón (incluso a veces siento que es mi estomago) controla mis movimientos por completo. Me veo y oigo, haciendo y diciendo cosas que no debería haber hecho ni dicho... perpleja por comprender que, sabiendo perfectamente que estoy haciendo lo que no debería, no puedo parar.
¿Quién no se a visto ha si misma, casi como si fuera otra persona, escribir un mensaje o un mail lleno de palabras incorrectas, para luego, aterrorizada, ver como tu dedo aprieta enviar? Una voz en tu cabeza grita "no lo hagas, no lo hagas" sinembargo, no puedes evitarlo porque te mueve un impulso más fuerte que el razonamiento o la lógica.

Cuando me puse a pensar en esto el otro día.. pude ver con claridad algo que siempre había sabido... que tengo dos voces de la conciencia, eso que se dice un angelito y un diablito.. y en este caso el angelito es mi cerebro y el diablito el corazón. Y no quiero decir que mi corazón siempre me aconseja mal, pero es que, como está peleado con mi razón, esta fuera de control, no tiene normas, es temperamental, impulsivo, absurdo y sobretodo muy bueno inventando excusas que, aunque sea por un segundo, logran convencerme de que una acción "equivocada" es parte de ese fin que justifica los medios.


Pero en el fondo me gusta esa expontaneidad, fuerza y valentía que tiene, así que creo que la solución no esta en callarlo, sino solo en aprender a domesticarlo... ¿alguien sabe como se domestica un corazón rebelde?

Veritz

viernes, octubre 15

¿Hombres del siglo XXI?


Nunca pensé que diría esto. Yo una mujer moderna, progresista, independiente, no se si feminista, pero defensora de la igualdad... a veces quiero gritar DEVUELVANME AL HOMBRE DE ANTAÑO!!!

Las mujeres llevamos una evolución de cambios acelerados. Desde nuestras madres, (quiza en algun caso nuestras abuelas) hemos luchado por tener una opinión, una voz, un voto.. luego una profesión, una vida independiente de la familia, y en definitiva, un papel en la sociedad solo elejido por nosotras y no por esta misma sociedad... y apesar de que ha sido duro, doloroso, peleado... se ha conseguido más rapido de lo que todo el mundo pensaba, o más bien, de lo que los hombres han podido asimilar.

Los logros alcanzados dibujaron un nuevo papel para la mujer, pero desdibujaron el papel del hombre, que ya no sabe cual es su sitio, lo que se espera de él, ni NADA, jajaja.
Y el problema es que ahora cuando estamos con un hombre, es porque QUEREMOS, no porque lo necesitemos o debamos... y esto los está matando.
En este último tiempo, me he dado cuenta de que la mayoría de los hombres que me rodean, estan abrumados, con muchos miedos y sobretodo, confundidos... pero de lo que no se han dado cuenta, es que apesar de que las cosas ahora se vean muy diferentes, en el fondo siguien siendo igual. La mujer, indepenciente, liberal y autosuficiente, no los necesita para sobrevivir, pero si sigue necesitando a alguien que la proteja (la haga sentir segura), que la valore (la haga sentir amada) y que la quiera sobre las demás, que la haga sentir especial y única... porque toda esa fuerza e independencia se va al carajo cuando estamos delante del hombre que nos vuelve locas!!

Los hombres dejaron de jugar el papel para el que fueron educados y nadie les dijo como era este nuevo papel que se suponía debían jugar ahora. ¿Cual ha sido la decisión de muchos? simplemente no jugar ningún papel. Dejaron de querer pareja, de esperar comprender, aprovecharon la nueva libertad (sobretodo sexual) que hemos adquirido las mujeres y se han convertido en "nómades de mujeres". Éstas son una estación en la cual paran de vez en cuando, cuando tiene ganas, para luego volver a su mundo de hombres, donde aun comprenden las reglas y las normas.

Pero estoy convencida que esto no puede acomodarles, y aunque al principio sea una vida más fácil y simple, al final, asi como nosotras los "necesitamos", ellos nos necesitan a nosotras, pero el miedo los paraliza y por su mente pasan películas aterradoras de novias tipo Godzillas, que les comen la cabeza si se equivocan o fallan, jajajaja.

Definitivamente aun faltan muchas cosas por lograr en el camino de la mujer, pero el desafio actual del hombre es vencer esos miedos, atreverse a afrontar los nuevos tiempos, a equivocarse, aprender a ser mejores seres humanos y no solo hombres... para que podamos llegar a un concenso donde hombres y mujeres podamos ser felices y plenos juntos.

VAMOS HOMBRES... SIN MIEDO!!! Sabeis que al final os perdonaremos todo, si nos quereis de verdad.

Veritz