lunes, noviembre 1

Del dicho al hecho....hay el trecho que quieras

Pues si, aunque no lo creamos, a veces la vida nos muestra que no somos perfectas, jajaja.
Por eso, de vez en cuando, es bueno hacer un "stop", pararse a pensar por un momento, hacer un acto de constricción, mirarnos desde fuera y ser honestas con nosotras mismas para poder admitir que no siempre lo que nos pasa es culpa de ellos.

Las cosas son como son y no como querríamos que fueran. No es nuestra culpa, no es de otra persona, es y punto! Tenemos que saber aceptar los hechos y que algunas cosas no resultarán como nosotras pensabamos. No podemos evitar ser soñadoras, ni tenemos que dejar de serlo, pero hay ocasiones en que hacernos una idea romántica, pero falsa sobre algo o alguien, solo nos traerá desilusión y frustración. Si no te gusta lo que hay, dejalo pasar y sigue adelante. Hay situaciones y sobretodo personas, que no pueden cambiarse.


Lo bueno nunca es gratis. Otras veces queremos conseguir algo (o a alguien) pero caminamos en dirección contraria a esa meta o simplemente no hacemos nada. Hay que ser consecuente y perseverante para conseguir las cosas que deseamos... o sino simplemente no quejarnos porque no las obtenemos. Eso si, es importante ponerse metas reales, porque a veces, por mucho que lo intentemos, habrá cosas que no se harán realidad, y es mejor dejar de pelear con un imposible y buscarse otra meta alcanzable (otra vez, ojo con las ideas demasiado románticas).


 
Uno está en el lugar que se pone. Somos complicadas a veces, complejas siempre.. yo lo admito y jamás lo he negado, y por eso por momentos nos contradecimos en nuestras palabras y acciones, porque confundimos lo que queremos o deseamos, con lo que se espera de nosotras o el deber.
La mayoría de nuestras amigas lo entiende, porque también son mujeres, pero con los hombres es diferente. Hay que ser realista y saber que están movidos por otras motivaciones y que las cosas que para nosotras son obligatorias, importantes u obvias, para ellos pueden nisiquiera existir. Ellos tienen el deber y el querer muy bien diferenciado... y la verdad es que la mayoría de las veces deberíamos seguir su ejemplo. No tenemos porque "querer hacer" las cosas que "debemos hacer" y por lo tanto, no obligarnos a ellas. Si no quieres ni crees que deberías hacer algo, no lo hagas. A veces las cosas se equilibran solas, no es necesario que carguemos con toda la responsabilidad.

Somos libres de elegir con quien estar. Otras veces la confusión no va con el querer/deber, sino que simplemente no sabemos lo que queremos o más concretamente porque lo queremos. Aquí es donde la frase "ten cuidado con lo que deseas" viene al dedillo, pues lo que quieran nuestras amigas u otras mujeres, no tiene porque ser nuestro deseo... otra vez, lo principal es ser honesta con una misma. Una decisión importante debe incluir un momento para pensar y analizar.
Y por supuesto, estar orgullosa de tus gustos y preferencias, pues no tiene ningun sentido estar con un moreno musculoso, si en realidad te gustan los rubios bajitos y normales.

Y por último, y creo que muy importante... no dejes que el miedo te paralice, ni te ciegue. Cuando la vida te muestra una y otra vez que las cosas son de una manera, a veces es porque SON de esa manera. Hay que dejar que la vida nos sorprenda, le de la razón a nuestros sueños románticos (ahora si) y disfrutar de lo que se nos presenta, porque es tan contraproducente insistir en que algo es lo que no es, como negar lo que se nos muestra.

Veritz

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